Ruta por el oeste de Turquía – Desde Antalya hasta Estambul 8


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La costa oeste de Turquía, bañada por el mar Egeo y el puente que une Asia con Europa, siempre ha sido una tierra rica y deseada. Desde antes la guerra de Troya, diferentes civilizaciones han luchado por el control de la Anatolia occidental. Un litoral que esconde una red de colonias griegas cuna de renombrados matemáticos y filósofo. La ruta por Turquia que circunda Asia menor, desde Antalya hasta Estambul, es una travesía por el mundo grecorromano.

UBICACIÓN

La costa oeste de Turquia esta bañada por mar Egeo y se encuentra al oeste de la península de Anatolia en la actual Turquia. Mil quinientos kilómetros de playas y acantilados, de cabos y bahías que daban refugio a las primeras colonias griegas en Asia.

HISTORIA

Debido a su estratégica posición, a medio camino entre Europa y Asia, la región siempre ha sido objeto de deseo. Su salida al mar Mediterráneo y al mar negro hacen de Anatolia un punto neurálgico en las comunicaciones entre ambos continentes.

En el II milenio a.C. se forman las primeros organizaciones humanas con organización estatal en la Anatolia occidental. Los reinos de Arzawa, Mira, Hapalla, el país del río Seha y Wilusa se reparten diferentes zonas de la costa del Mediterráneo, comerciando y guerreando entre ellas son sus armas de bronce.

En su expansión desde el centro de Anatolia, llegan en el siglo XIV a.C. a la costa del Egeo los hititas. En pocos años controlan gran cantidad de territorio gracias a su dominio de la forja del hierro. Tras sucesivos enfrentamientos y revueltas, se hacen con el control efectivo que durante dos siglos les permitirá ser la potencia dominante.

En el siglo XII a.C. los pueblos del mar arrasan la costa oriental del Mediterráneo, dando la estocada final a un imperio hitita debilitado por sus luchas internas. De la destrucción surge la oportunidad, y en el cambio de milenio los griegos aprovechan el vacío de poder para comenzar la colonización de la costa asiática del mar Egeo. Ciudades-estado como Mileto, Priene, Éfeso, Pérgamo o Troya prosperan en la costa al abrigo de un mar que les permite una segura activa actividad económica y comercial. Regiones como Eólida, Jonia, Cartia y Licia prosperan con la cultura griega como denominador común.

En el siglo VI a.C. surge de la región de Persía un nuevo poder militar que avanza rápidamente hacia las colonias griegas de Asía. El imperio aqueménida o imperio persa somete a todos los pueblos que se les interpone en su camino hacia occidente, haciendo suyo toda la península de Anatolia en poco tiempo. Solo la frustrada revuelta jónica, la alianza de varias polis griegas lideradas por la ciudad de Mileto en el siglo V a.C., pone en jaque a la gran potencia, la cual, sofocado el alzamiento, pone a Grecia en su unto de mira. El imperio persa intenta de conquista de la Grecia de Leónidas, Milcíades y Temistocles, que durante las guerras médicas a finales del siglo V a.C., consiguen parar el avance del mayor imperio conocido hasta el momento. Los persas, derrotados en varias ocasiones por las ciudades-estado griegas, abandonan su empresa europea.

Los griegos, libres y fortalecidos, viven el apogeo de su cultura, de la cual nace en el siglo III a.C. un lider que les llevará a internarse en Asía y conquistar todo el territorio persa. Alejandro Magno conquista y lleva el pensamiento griego hasta el mismo Indo, aunque su pronta muerte divide sus fragmenta el vasto territorio entre sus generales. La costa del Egeo queda dividida en diferentes estados independientes, que una vez mas luchan entre ellos.

A medidos del siglo I a.C. Roma pone sus ojos en estas costas, y tras hacerse con Pérgamo a la muerte de su rey, prosigue su avance por el control del mar Mediterráneo, al pronto llamará Mare nostrum. Durante el imperio romano las antiguas ciudades griegas se romanizan y prosperan. Primero como parte del Imperio Romano hasta el año 324 d.C., para después perdurar como parte del Imperio Romano de Oriente 1.200 años mas.

En el siglo XIV d.C. el pueblo turco otomano proveniente de las estepas del Turquestán, presionado por el empuje mongol, arrebata a los bizantinos Asía menor. En menos de un siglo cae Constantinopla y con ella las tierras que pertenecieron a la antigua Grecia. Caído el Imperio romano de oriente, la antigua capital bizantina se convierte en Estambul, el corazón del Imperio Otomano.

Tras siglos ejerciendo un pujante poder en el Mediterráneo, el Impero Otomano es derrotado en la Primera Guerra Mundial perdiendo gran parte de sus posesiones europeos, aunque manteniendo Anatolia y Estambul como capital del nuevo de Turquia.

RUTA POR EL OESTE DE TURQUIA

La ruta arqueológica propuesta por el oeste de Turquía tiene un desarrollo lineal a través de su costa Mediterránea desde Antalya hasta Estambul, pudiendo realizarse en uno u otro sentido. Para completar esta ruta completa de 1.500 kilómetros y casi 30 yacimientos se necesita de al menos 15 días o 20 días, siendo obligatorio dormir durante el recorrido.

Para facilitar la ruta hemos creado este mapa para dispositivos móviles con los puntos descritos en el artículo.

Visita nuestra sección Sobre los mapas para saber cómo utilizar este mapa de la ruta por el oeste de Turquía.

Los sitios a visitar en esta ruta son:

  • Antalya: esta ciudad de un millón de habitantes se encuentra a medio puente entre las antiguas regiones de Panfilia y Licia. Fundada por el rey de Pérgamo en el año 150 a.C., ha sido habitada por romanos, bizantinos y turcos otomanos, dejando cada uno de ellos su impronta. En Antalya podemos visitar: la puerta de Adriano, el Minarete Yivli Minare, la torre del reloj y el museo arqueológico. A las afueras, aunque sin interés arqueológico, podemos ver la bella cascadas Düden que cae sobre el mar Mediterráneo.
  • Side: ciudad fundada por colonos griegos de Cime siglo VII a.C., fue parte del imperio persa y se rindió ante Alejandro Magno. Tras su muerte paso a manos de varios de sus generales hasta conseguir cierta autonomía y un gran auge económico y cultural. Antes de que la república romana la anexionara, fue un importante puerto esclavista a manos de piratas cilicios. En el yacimiento destaca: la puerta helenística, restos de murallas, el ágora, el teatro, el ninfeo y el templo de Apolo.
  • Lyrbe: fundada en el siglo III a.C. por el general Seleuco tras la muerte de Alejandro Magno como parte del nuevo imperio seléucida. Estuvo habitado durante el periodo romano y bizantino, parar finalmente ser abandonada y ocultada por la maleza. Descubierta en los años 60 del siglo XX d.C., este lugar es muy poco visitado, de modo que podremos disfrutar con tranquilidad de sus murallas de 9 metros, de un excepcional Ágora rodeada de columnas y fachadas, baños, templos, cisternas, iglesias y tumbas.
  • Aspendos: esta ciudad fundada en el siglo X a.C. por colonos provenientes de la ciudad de Argos es conquistada en sucesivos siglos por fenicios, persas, griegos y romanos, sufriendo un progresivo abandono durante el periodo bizantino. En la visita podemos disfrutar de su magnífico teatro, la basílica, el ninfeo, el ágora y el acueducto.

    Disponemos de un completo artículo sobre este sitio aquí.

  • Perge: fundada posiblemente antes de la colonización griega, este enorme yacimiento contiene una gran cantidad de edificaciones del periodo romano, época de máximo esplendor. Hoy en día aún podemos contemplar restos de murallas, calles llenas de columnas, el foro, varios templos, baños, un teatro y un circo.
  • Termeso: enclavada dentro de los montes Tauro, los restos de esta ciudad se encuentran a 1.050 metros de altitud. Esta posición le valió la fama de inexpugnable y guarida bandoleros, aunque el ejercito de Alejandro Magno la destruyo en su avance dentro del imperio persa. Disfruto de cierto bienestar durante el periodo helénico y romano, hasta que un terremoto la destruyó en el siglo V d.C. Aún se pueden apreciar varios edificios entre la vegetación: las murallas, la palestra, el odeón, como el teatro, el ágora, seis templos y varias tumbas labradas en la piedra caliza. Una auténtica joya para los que les gusta perderse entre las piedras y descubrir un tesoro tras un arbusto.
  • Olimpos: los restos de esta ciudad costera, fundada en algún momento del periodo helenístico, se apilan a ambos lados de la desembocadura de un río. La ciudad tomó el nombre del cercano monte Olimpo, uno de veintena que tenían ese nombre en el mundo antiguo. Como otras ciudades costeras, fue refugio de piratas hasta que la república romana la somete y anexiona. Un joven Julio Cesar participó en su conquista. Mezclado entre piedras y vegetación, nos perdemos en sus restos para encontrarnos una casa de baños, calles y acequias, sarcófagos y templos. Es recomendable acercarse a la bonita playa de guijarros tras la visita.
  • Myra: fundada en algún momento anterior al siglo V a.C., los restos de esta ciudad aún se encuentran en gran parte bajo un mar de invernaderos y sedimentos. A día de hoy destaca especialmente el teatro y el conjunto de tumbas escavadas en la roca y datadas desde el siglo IV a.C. En el año 2.009 d.C. se detectaron nuevas estructuras que están aún parcialmente excavadas.
  • Patara: los restos de esta ciudad portuaria pertenecen a Patara, una de las antiguas ciudades de Licia que tuvo mayor peso político. En época de Vespasiano llegó a ser la capital de Licia y Panfilia. La ciudad era también importante por albergar el oráculo de Apolo, el segundo mas importante después del oráculo de Delfos. En la visita podremos ver parte de las murallas y una puerta, un teatro excavado en la roca, sarcófagos, una calle porticada con columnas, termas, un templo y lo que parece ser el oráculo.
  • Xanthos: los restos de la mayor de las ciudades de Licia se asientan junto al río Janto, del cual toma su nombre. La ciudad fue destruida y reconstruida en varias ocasiones: tras la conquista persa, los propios licios destruyen la acrópolis, en las conquista de Alejandro Magno y durante la tercera guerra civil de la República romana. Hoy en día podemos visitar el teatro, la necrópolis con una columna inscrita en licio y en griego, una gran pilastra a la que se ha llamado «del león» y el monumento de las Harpías. En este yacimiento se encontró el Monumento de las Nereidas que hoy se exhibe en el museo británico.

     

  • Cauno: esta antigua ciudad se sitúa actualmente junto a unos humedales en la desembocadura del río Dalyan. Originalmente estaba poblado con gentes que aseguraban provenir de Creta. Como todos los pueblos de la zona, en el siglo VI a.C son conquistados por los persas, pero su carácter aguerrido les indujo a revelarse contra los imperios que les conquistaban, ya fuera Persia o Roma. En Cauno podemos visitar las murallas, un acrópolis, un teatro, una zona portuaria, un altar circular, una palestra, un ágora, una stoa, un ninfeo y seis templos, cuatro romanos y dos griegos. A un 1,5 kilómetros río arriba podremos visitar seis tumbas esculpidas en la roca.
  • Laodicea: los restos de esta ciudad fundada en el siglo III a.C se encuentra en un fértil valle alejada de la costa. Sobre un promontorio de caliza nos encontramos los restos donde podemos ver un teatro, un anfiteatro, un acueducto, baños, templos, estadio, ninfeo, calles flanqueadas por columnas y una necrópolis. Toda una ciudad de arquitectura romana lista para recorrer y admirar.
  • Hierápolis: son los restos de la antigua ciudad grecorromana que fue construida sobre aguas termales y con la finalidad de ser un gran balneario. Sobre la montaña de algodón de Pamukkale, y subiendo por un camino blanco de carbonato cálcico precipitado, se encuentran una ciudad en la perdernos para descubrir las puertas de acceso, el Decumano, el teatro, el ninfeo, el templo de Apolo su oráculo sobre el plutonio, unas termas y una extensa necrópolis.

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  • Afrodisias: la ciudad de la diosa Afrodita fue fundada en época helenística y perduró hasta bien entrado el siglo XII d.C. Multitud de terremotos la sacudieron y echaron bajo, para posteriormente ser reconstruida de nuevo gracias a una cantera de mármol situada en las inmediaciones. A lo largo del yacimiento podremos contemplar como este refinada roca da forma al tetrapilón, al agora, a los teatros y estadios, a las termas de Adriano y al bouleterión.
  • Halicarnaso: esta antigua ciudad se remontan al I milenio a.C., cuando dorios de Trecén la fundan como una colonia. Desde ese momento hasta la actualidad nunca ha dejado de estar habitada. Los restos de la antigua Halicarnaso se encuentran bajo el suelo del actual Bordum, de modo que encontraremos entre sus calles restos de la muralla, fuentes, un teatro, un templo y la puerta de Mindo. Del Mausoleo de Halicarnaso, una de las 7 maravilla del mundo antiguo, solo se conserva parte de los cimientos.
  • Didima: esta colonia griega fue fundada por los dorios en el I milenio a.C. y era famoso en el mundo griego por el santuario del templo de Apolo, el cual albergaba un oráculo. Por su proximidad a Mileto, unos 15 kilómetros, siempre estuvo muy ligada a esta. Tantos griegos como persas acudían al oráculo a preguntarle por su futuro. El templo fue quemado por los persas tan la revuelta jónica y ampliado después por Alejandro Mangno. Hoy podemos visitar principalmente el templo del oráculo.
  • Mileto: los restos de esta importante ciudad portuaria de origen griego sorprenden al visitante nada mas estacionar el coche junto al teatro. Según las evidencias arqueológicas, Mileto fue fundada antes del periodo hitita y recibió influencias minóicas. Conquistada por los griegos y después por los persas, fue la artífice de la revuelta jónica contra el imperio persa, razón por la cual sufrió en primer grado las represalias del rey Dario. Alejandro Magno la liberó en el siglo III a.C., llegando a gozar durante algunos siglos de gran prosperidad, hasta que la colmatación del valle fluvial alejara el mar de Mileto y provocara su ruina y abandono. En este yacimiento, a la vez enterrado y anegado, podremos disfrutar de su magnífico teatro, la stoa, unas termas, un gimnasio, un ágora, varios templos y multitud de calles empedradas.
  • Priene: antigua ciudad de origen griego que tuvo gran importancia como centro religioso y comercial. Sufrió los mismos avatares que el resto de ciudades de la zona: la conquista persa, revuelta jónica, liberación de Alejadro Magno y absorción por parte de Roma. Compartió destino con Mileto al situarse en la otra orilla de la misma y colmatada ensenada. Hoy en día podemos visitar el templo de Atenea, la acrópolis con sus murallas, el teatro, el bouleuterion y ágora.
  • Éfeso: una de las ciudades mejor conservadas y mas espectaculares del Egeo. Efeso fue fundada como la capital del reino de Arzawa antes de la dominación hitita. Como ciudad importante pasó a control persa, aunque no participó en la revuelta jónica. Tras las guerras médicas, cae a manos de Atenas y Esparta en diferentes periodos, regresando a manos persas hasta que Alejandro Magno la conquista. En el periodo helenístico de nuevo pasa por diferentes dominios hasta que toda la región claudica al poder de Roma, el cual hace de ella un importante puerto comercial, religioso y cultural. Éfeso es un punto importante del turismo. Cruceros que navegan por el Egeo hacen parada en el yacimiento, de modo que es recomendable evitar la mañana para visitar su calles, teatro, biblioteca, baños, templos, odeón, ágora, estadio, letrinas y gimnasio. El templo de Artemisa y el castillo de Selçuk se encuentran fuera del yacimiento, junto a la población de Selçuk.
  • Esmirna: fundada cerca del III milenio a.C., esta antiquísima ciudad ha pasado por las manos de todos las culturas que han pasado por la zona: hititas, eolios, jonios, persas, helenos y romanos. Una ciudad que vio nacer en el siglo VIII a.C. a Homero, autor de la Iliada y la Odisea. Hoy en día la actual ciudad a engullido la antigua ciudad, pudiendo solo visitar algunos vestigios como el ágora y algunos edificios anexos.
  • Sardes: la capital del antiguo reino de Lidia fue una importante ciudad de Anatolia, especialmente durante el periodo de dominación persa. Durante la revuelta jónica fue quemada por el ejercito ateniense, aunque reconstruida posteriormente. Se rindió ante Alejandro Magno sin la necesidad de la fuerza. En el periodo romano sufrió un terremoto del que se recuperó con la ayuda del emperador Tiberio. Su lento declive durante el periodo bizantino la llevó a su abandono en el siglo XIII d.C. El yacimiento esta dividido en dos partes separadas por una carretera. De un lado podemos visitar un gimnasio, una sinagoga, un teatro y un estadio. En el otra, diversos templos, uno de ellos dedicado a Artemisa y restos del periodo bizantino.
  • Pérgamo: la antigua y rica ciudad de Eólida hunde sus raíces en el siglo V a.C. Aunque tuve un breve periodo de ocupación persa, vivió su momento de esplendor durante el periodo helenístico, en el cual se convirtió en un reino independiente y gozó del reconocimiento como importante centro cultural y económico. Este gran yacimiento merece ser visitado con tranquilidad. En él disfrutaremos de su precioso teatro encaramado en la pendiente rocosa donde se ubica la acrópolis, del templo de Dionísio y del de Atenea, el trajaneum, los palacios reales, el heroón, el ágora y los baños romanos. De la famosa biblioteca de Pérgamos, segunda en importancia en el mundo antiguo tras la de Alejandría, poco queda, al igual que del famoso altar que se expone en el Museo de Pérgamo en Berlín.
  • Assos: fundada en el siglo VII a.C. por colonos eolios, esta ciudad costera sufrió la dominación persa aunque recuperó su independencia tras las guerras médicas. En el periodo helenístico se integró en el reino de Pérgamo y posteriormente, a la muerte del último rey, en la república romana. Pese a que sus restos se reparten entre varios museos europeos y norteamericanos, aún podemos ver el templo de Atenea, la acrópolis, partes de la muralla, el teatro romano, el ágora, una stoa, el gimnasio, un bouleuterión y una necrópolis.
  • Troya: la famosa ciudad protagonista de la Iliada de Homero tiene su origen cerca del III milenio a.C. Tantos siglos ha dado la ciudad una larga historia de conquistas, destrucciones y reconstrucciones. Hititas, persas, griegos, romanos, bizantinos y otomanos han dejado su huella en un yacimiento en que se han identificado hasta 10 ciudades construidas una sobre la otra. La ciudad calló en el olvido hasta que el alemán Heinrich Schliemann la descubre en el año 1.870 d.C. En esta amalgama de restos podemos observar las murallas con sus diferentes acceso, el odeón romano, el templo de Atenea, unos baños, el bouleuterion y diversos edificios de uso desconocido.

  • Estambul: fundada en el siglo VII a.C. por colonos griegos provenientes de Megara, calló en manos del imperio persa en el siglo V a.C. Recuperada por Esparta al poco tiempo, estuvo en disputa entre atenienses y espartanos hasta recaer en los macedonios. En el siglo I a.C. es anexionada a la república romana para siglos después convertirse en Constantinopla, la gran capital del Imperio romano de oriente. Con su caía en el siglo XV d.C. a manos de los otomanos, se convierte de nuevo en la capital del floreciente imperio y es rebautizada como Estambul. Hoy en día es la mayor ciudad de Turquia. A pie ente dos continentes, la población se arremolina a las orillas de estrecho del Bósforo que une el mar mediterráneo con el mar Negro. Visitar Estambul con calma nos permitirá conocer la Santa Sofia, la mezquita azul, unas largas murallas, los palacios de Topkapi y de Dolmabahçe, la cisterna de la basílica, la torre Gálata, el obelisco egipcio y el museo arqueológico.

Puedes obtener mas información en la Web de la oficina de Turismo de Turquia en Madrid.

CÓMO MOVERSE

La costa oeste de Anatolia es una zona muy segura de Turquía y alejada los puntos conflictivos en próximo oriente. Sin duda la mejor manera de moverse por este extensa territorio es en coche de alquiler. Se puede alquilar el vehículo Estambul o Antalya, según el sentido que se quiera hacer de la ruta y devolverlo en la ciudad de destino. Las carreteras en general son buenas y los conductores no son malos.

ALOJAMIENTO

Debido a que la ruta por esta zona de Turquia se extiende a lo largo de 1.500 kilómetros, es obligatorio realizar noche durante el recorrido. Para ello debemos preparar con calma el tiempo que queremos invertir en cada lugar y las el tiempo necesario para llegar a cada punto.

Los grandes hoteles solo se pueden encontrar en las grandes ciudades o en los puntos turísticos mas importantes, lo que nos permite descubrir pequeños establecimientos con unos precios realmente económicos.

NUESTRA VISITA

Turquía es un país impresionante con un patrimonio que supera a países mucho mas turismo. Olvídate de tus prejuicios y te sorprenderá ver como las ciudades y las personas que encontraras son mas parecidas a nosotros de que lo que imaginas. Durante nuestro viajes apenas vimos mujeres con atuendos religiosos ni sentimos inseguridad alguna. La gente suele ser agradable y propensa a ayudarte en lo que sea.

En cuanto al contenido arqueológico, abruma la cantidad de restos que hay en Anatolia, quedándonos la amarga sensación de que nos hemos dejado mucho por ver.

Este viaje ha sido una experiencia increíble y ahora, tras nuestro regreso ya sólo nos queda soñar en el siguiente viaje a Turquia, en el momento en que podamos descubrir el norte y este del país.

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