Segobriga, España – La ciudad que da luz a Roma 2


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Segóbriga, la ciudad romana que nace y se desarrolla en torno a la explotación y comercio del lapis specularis. De las entrañas de la tierra se extrae el cristal de hispania, el yeso translúcido que dará a luz a las lujosas villas de Herculano, a las cálidas termas Pompeya y a los ricos palacios de Roma.

UBICACIÓN

El parque arqueológico de Segóbriga se encuentra en la loma del cerro de Cabeza de Griego a 857 metros de altura sobre el nivel del mar, en la localidad conquense de Saelices, en el centro de España.

HISTORIA

En el II milenio a.C. la zona esta ocupada por un pueblo que construye en una cercana cueva un enterramiento colectivo donde dar descanso a sus seres queridos. Los celtas llegan en el siglo XII a.C. construyendo un castro en lo alto de la loma, lo que les permite una mejor defensa de la plaza. Cuando el sitio es frontera entre los olcades y los carpetanos se desarrolla un oppidum que ve frustrado su existencia al ser arrasado tras las Guerras de Sertorio, una guerra civil romana acaecida entre los años 82 a.C. y 72 a.C.

De sus cenizas se construye la ciudad romana de Segóbriga, que aunque inicialmente paga tributos a Roma, en el año 15 a.C. consigue de la mano de Augusto en persona el título de municipio romano. Esto le otorga la capacidad de acuñar moneda y explotar el enriquecedor negocio de la extracción y comercialización del lapis especularis o yeso translúcido, un material que sin ser exclusivo del lugar si se distingue por una calidad única en el imperio romano. 100.000 pasos alrededor de Segóbriga, unos 150 km, es la zona de en la cual gran cantidad de minas obtienen el valioso mineral que llegará, vía puerto de Sagunto y Cartago Nova, a dar luz a las estancias de las mas bellas villas de Herculano y Pompeya, decorando hasta los palacios de Roma. La ciudad obtiene una riqueza que le permite construir un enorme foro, un acueducto, varias termas, un teatro, un anfiteatro y hasta un circo, rivalizando con ciudades de más importantes de la península.

Todo auge tiene su fin, y el de Segóbriga comienza en el siglo II d.C. cuando se logra fabricar en otras partes del imperio un vidrio mas barato aunque de peor calidad. La ciudad ve reducida su principal fuente de riqueza y comienza un lento proceso de decadencia que le lleva en dos siglos a abandonar el mantenimiento de sus principales edificios. Cuando el imperio cae en el siglo V d.C., los visigodos se hacen con la ciudad, que ya venida a menos, se resiste a perder su importancia. De los restos romanos se construyen varias basílicas y la ciudad toma cierto aire resistiéndose a desaparecer.

La llegada de los musulmanes en el siglo VIII d.C. supone una estocada mortal para Segóbriga, que convertida en fortificación, desaparece tras la conquista cristiana.

En el siglo XVI d.C. el médico alcarreño Luis de Lucena visita e identificó las ruinas de Segóbriga. Dos siglos mas tarde, en el siglo XVIII d.C., se realizan las primeras excavaciones supervisadas por la Real Academia de la Historia. Ya es a partir del año 1.961 d.C. cuando se inicia un programa de excavaciones con metodología científica que llega hasta nuestros días.

QUÉ VER EN SEGÓBRIGA

El parque arqueológico de Segóbriga es unos de las joyas arqueológicas de Castilla La Macha, y aunque lleva muchas campañas de excavaciones aún queda mucho mas por excavar y descubrir.

El horario de visita invierno, es decir, del 1 de octubre al 31 de marzo, es de martes a domingo de 10 a 18h. En horario de verano, el resto del año, es de 10 a 15h y de 16 a 19.30h. Los lunes, salvo que sean festivos, el yacimiento se encuentra cerrado, así comos los días 24, 25 y 31 de diciembre.

Para la visita se debe obtener una entrada al precio de 6€ en tarifa normal y 3€ para grupos de más de 25 personas con reserva previa. Estudiantes hasta los 25 años, carné joven, personas mayores de 65 años, desempleados, discapacitados y familias numerosas también tienen una tarifa de 3€. Los menores de 8 años tienen entrada gratuita. El acceso es gratuito para visitas individuales, martes y viernes, de 16 a 18h. La visita guiada supone un incremento de 1€ sobre la tarifa establecida. Se puede obtener información actualizada en la Web del yacimiento, en el teléfono 629 75 22 57 o en el correo segobriga@dipucuenca.es.

El yacimiento permite en paso a las principales zonas en silla de ruedas y/o carro de bebé, aunque no esta especialmente preparado para tal fin. La vista tiene una duración de entre 2 y 3 horas, dependiendo del tiempo que se quiera invertir en cada lugar.

El centro de interpretación dispone de un amplio aparcamiento.

Los puntos más interesantes para la visita son:

Centro de interpretación

Este edificio contiene un pequeño museo con algunas de las piezas encontradas en el yacimiento así como una sala de audiovisuales donde poder ver una pequeña introducción al yacimiento. Pronto se espera abrir unas nuevas instalaciones dedicadas al museo de los epígrafes.

Acueducto

Pocos son los restos que quedan de este acueducto de 5 kilómetros que traía agua desde el cercano manantial en la actual Saelices. El agua se repartía a través una serie de cisternas repartidas por la ciudad.

Basílica Visigoda

Los restos de esta edificación datan de la época visigoda en la que se construyó una basílica de planta rectangular con tres naves separadas por diez columnas, con un crucero central y un ábside de planta octogonal con cripta. Fueron de los primeros excavados en el siglo XVIII d.C. y donde se encontraron las laudas sepulcrales de los obispos Sefronio y Nigrino.

Necrópolis

En lo que era el camino de entrada a la ciudad romana se encuentran una serie de tumbas y los restos de algunos mausoleos que aunque de origen romano fuero reutilizados en siglos posteriores.

Circo

Sobre los restos de una parte de la necrópolis se construye en el siglo II d.C. un circo para el espectáculo de cuadrigas. Como suele ser normal en los restos de estas construcciones ya solo es posible observar el trazado del edificio. Nada queda de sus gradas.

Teatro

Pese a ser uno de los teatros de menor tamaño de la península es uno de mejores conservados. Sus gradas, separadas por corredores para diferencias clases sociales, se conservan en magnífico estado. El púlpito donde se representaban las obras aún conserva parte de las columnas que sostenían la escena. El teatro fue inaugurado en el año 67 d.C., según cuenta una inscripción cincelada sobre un muro.

Esta foto panorámica muestra las gradas del teatro.

Anfiteatro

Con 75 metros de largo, una capacidad para 5.500 espectadores y una arena de 1.100 m2, hacen de esta construcción una de las mas espectaculares de Segóbriga. Es posible admirar sus gradas, las entradas contra opuestas, la galería que forma el alto pódium y sus habitaciones para gladiadores y fieras. Junto al teatro ambas edificaciones quedaba extramuros y flanqueaban la entrada principal a la ciudad.

Foro y basílica

Excavado en las últimas décadas fue construido en el año 15 a.C. y sufragado por Proculus Spantamicus, tal y como atestigua el grabado en bronce que se encuentra en la plaza. El foro estaba rodeado por un pórtico sustentando por grandes columnas. Presidiendo el foro se encuentra una basílica de grandes dimensiones, 58,5 metros de longitud por 19 metros de anchura.

Esta imagen en 360 grados muestra el foro desde su interior gracias a un camino habilitado para la visita.

Aula basilical

Este edificio para las reuniones y negocio del lapis specularis fue construido frente al foro en mismo Decumano maximo. Dispone de una gran escalinata de acceso, tres naves sostenidas por columnas corintias y un ábside.

Termas monumentales

Los restos de las termas permiten identificar fácilmente una gran palestra para el ejercicio que estaba rodeado de pórtico sustentado por columnas. Aún es posible distinguir algunas de las piscinas y los hornos para calentar el agua.

Casa de Silvano

Esta vivienda junto a las termas monumentales se ha identificado como la casa de Caio Iulio Silvado, un procurador minero de origen griego que llegó a Segóbriga para trabajar en la extracción del lapis specularis. En la estancia principal aún se conserva un mosaico cuadricular de 3,10 metros de lado.

Termas del teatro

Por encima del teatro, dentro de los muros, se encuentra unas segundas termas de menor tamaño pero mejor conservadas. Aún es posible admirar las taquillas, una sauna seca circular y un canal de desagüe de las letrinas.

Para facilitar la visita hemos creado este mapa para dispositivos móviles con los puntos descritos en el artículo.

Visita nuestra sección Sobre los mapas para saber cómo utilizar este mapa desde tu dispositivo móvil.

Es muy recomendable complementar esta visita con alguna de las minas de lapis specularis habilitadas para su visita, como la de «El Pozolacueva» en Torralva, “Las Cuevas de Sanario” en Huete o «La condenada» en Osa de la Vega.

Aquí podéis leer nuestra experiencia en la mina La Condenada.

Mina La Condenada, España – Del lapis specularis, el cristal de Hispania

CÓMO LLEGAR

Para llegar a Segóbriga desde Madrid solo es necesaria una hora y poco en coche particular. El yacimiento se encuentra muy cerca de la autovía nacional III a su paso por la localidad de Saelices.

Si tenemos como origen Cuenca necesitaremos alrededor de 45 minutos para llegar al yacimiento.

En el caso de optar por el transporte público, hay autobuses desde Madrid y Cuenca hasta Saelices, donde deberemos tomar un taxi hasta el yacimiento.

ALOJAMIENTO

Si queremos optar por pernoctar cerca del yacimiento las posibilidades son escasas pero no nulas. Existen diferentes casas rurales en los alrededores que nos pueden valer para una noche y completar el fin de semana con alguna otra visita por la zona.

NUESTRA VISITA

Segóbriga es una de las visitas arqueológicas mas importantes de la zona centro de la península. Las excavaciones, aunque de manera pausada, siguen sacando a la luz nuevos edificios, nuevas calles y nuevos nombres.

Aún recuerdo cuando visité este yacimiento en mi adolescencia. Mi interés por la arqueología aún se estaba desarrollando. Ver el teatro y anfiteatro, que eran casi lo único que se podía visitar allá por los años 90 del siglo pasado, bastaron para despertar mi la curiosidad. La misma que me ha llevado a recorrer medio mundo buscando esos mágicos lugares donde la historia es recuerdo palpable y donde acariciar un tiempo pasado esta en la yema de tus dedos.

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